domingo, 30 de abril de 2017
viernes, 21 de abril de 2017
lunes, 17 de abril de 2017
jueves, 13 de abril de 2017
A QUIEN PUEDA INTERESAR II
.
Maracaibo, 13 de abril de 2017.
ES
URGENTE LA RECUPERACION DE LA CALIDAD DE VIDA DE LA FAMILIA VENEZOLANA.
La
responsabilidad de reconstruir el país, es de todos. Disminuir el índice de
inflación, frenar la corrupción, controlar la especulación, racionalizar el
gasto público, reducir el déficit fiscal, mejorar cualitativa y
cuantitativamente salario y empleo.
En este orden de
ideas, la Calidad de Vida está circunscrita fundamentalmente a estos sietes
factores: ALIMENTACION, SALUD, EDUCACIÓN, RECREACION, TRABAJO, EMPLEO Y
SEGURIDAD.
Pareciera que "El hombre en función del
Desarrollo", cuando debería ser "El Desarrollo en función de la Familia".
Ya señalaba el
Papa Juan Pablo II, en su encíclica "El Trabajo Humano" lo siguiente,
cito: "El problema del trabajo ha sido planteado en el contexto
del gran conflicto entre el mundo del capital y el mundo del trabajo".
Este conflicto
seguirá existiendo si no se reconoce el carácter subjetivo del trabajo y la
prioridad del trabajo sobre el capital. Ello se manifiesta en toda su crudeza
en la relación salarial.
Al menos en
teoría, existe cierta similitud entre los conceptos Marxistas de salario de
explotación y Plusvalía del Trabajo con lo referido por el Santo Padre.
La intención es
destacar la importancia de una buena remuneración al trabajo que proporcione
seguridad a los asalariados y su grupo familiar, porque el salario no puede
considerarse únicamente como un Costo de Producción ni mucho menos como única
variable de la cual depende la productividad, hay que tomar en cuenta también
la organización empresarial, las tecnologías empleadas y la gestión gerencial.
No se puede pretender lograr óptimos resultados del trabajo humano con una
población laboral cuyas necesidades básicas no hayan sido cubiertas. (El mejor instrumento para la justa
distribución de las riquezas producidas por los trabajadores en la empresa, es
la negociación colectiva de trabajo)
CALIDAD DE VIDA
- SALARIOS E INFLACIÓN EN VENEZUELA
En nuestra
Venezuela, la calidad de vida de los trabajadores se ha deteriorado
notoriamente en los últimos tiempos, el poder de compra disminuye
progresivamente y ha sido motivo de grandes degradaciones socio económicas. Los
afectados conforman el mayor volumen de la población.
Haciendo uso de
los indicadores manejados por la Unidad de Estudios Económicos del grupo de
Empresas Mendoza, notamos que el salario per/cápita anual (promedio) en
Venezuela al año 1980, estaba en el orden de 5.757 dólares, y para el año 1991
se situaba en 1.944 dólares, si proyectamos esa cifra hasta diciembre de 1993.
asumimos un
incremento salarial promedio acumulado de 30% durante cada año y lo
relacionamos con la inflación registrada en los años correspondientes,
obtenemos un valor de 1700 dólares como salario promedio per/cápita en
Venezuela para el año 93. La comparación con el año 1980 nos refleja una
disminución del poder de compra cercana al 70% en los últimos troce años,
habría que multiplicar por 3.33, los salarios de 1993 para igualarlos a los de
los años 80.
Igualmente, si
asumimos que la inflación para 1994 alcanzando un Índice similar al de 1988
(80%), el salario real continuará devaluándose hasta límites insostenibles.
Estos cálculos
pueden presentarse también por la vía de la deflactación de los salarios
nominales, haciendo uso de los índices de precios al consumidor (inflación) en
el mismo lapso (1980 - 1993).
En este caso el
salario real obtenido para 1993 se acerca a la cifra obtenida por la
dolarización, además puede observarse, el impresionante descenso del poder de
compra, cuando, a pesar de que los salarios nominales se incrementaron en un
623,27%, la inflación los rebasa con un 1557.36%, situado el salario real en un
40,2% para fines del año 1993, con relación a su valor real en el año 1980, lo cual
refleja una disminución del poder de compra cercano al 60%.
SALARIO MÍNIMO, INDEXACION DE LOS SALARIOS Y CESTA BÁSICA
Por definición, el salario mínimo,
en función de acuerdos internacionales y la propia legislación venezolana, debe
ser suficiente para cubrir los gastos vitales del trabajador y su familia, vale
decir todos los gastos de alimentación, vivienda, salud, educación, transporte,
recreación, cultura y seguridad social agregados a la cesta Básica. Para
diciembre de 1993, el costo de la Cesta Básica
alimentaria se acercaba a los 20.000 bolívares y los de la Canasta Normativa
(cesta básica más todos los servicios mencionados anteriormente) estaba por el
orden de los 50.000 bolívares, datos obtenidos de estudios realizados por el
Centro de Documentación y Análisis (CENDA).
Nos preguntamos:
¿Cómo puede un trabajador que devenga un salario mínimo de 15.000 bolívares, afrontar
una carga familiar de cinco personas cuando la cesta básica únicamente debe
estar costando para mediados del año 1994 cerca de los 40.000 bolívares?
La evidencia de
este cúmulo de indicadores debe mover a la reflexión a todos los sectores de la
sociedad venezolana porque no se trata de obtener mayor o menor margen de
ganancias en el trabajo, es la supervivencia de una población que todos los
días observa cómo se deterioran sus condiciones de vida y que decir de su
capacidad para lograr: ¿alimentación, educación, salud, vivienda, cultura,
recreación y seguridad?
Las recientes
medidas tomadas por el gobierno nacional referentes al control de cambio de divisas,
control de precios y bono alimentario, son un paliativo para frenar
temporalmente el proceso degenerativo de las condiciones socio-económicas de la
población. Sin embargo, consideramos que el esquema estructural requiere
mayores profundidades, donde la problemática que todos conocemos se aborde
mediante un pacto de franca SOLIDARIDAD, por parte de las elites políticas,
económicas, guberna-mentales y laborales, y se actué para beneficio
de las mayorías aún en detrimento de las minorías.
La responsabilidad
de reconstruir el país, es de todos: disminuir los índices de
inflación, frenar la corrupción, controlar la especulación, racionalizar el
gasto público, reducir el déficit fiscal, mejorar cualitativa y
cuantitativamente salario y empleo, educar para el trabajo, mejorar los
servicios públicos, garantizar la seguridad y transformar la democracia
representativa, en participativa, son aspiraciones legítimas de una sociedad moderna, que desea el
mejoramiento de sus integrantes y se
convierta en un hecho dejando de ser un simple eslogan publicitario.
País como Venezuela sufren de una
desproporcionada deflactación porque los índices de inflación, crisis económica
y subida de precios aunados a la especulación de sectores que se aprovechan de
los problemas del estado ocasionan una inestabilidad en el sistema
de precios. La diferencia entre la
deflactación y la deflación es que mientras la deflactación es un procedimiento
en el que se adapta el precio a las bases preestablecidas de cada periodo, mientras que
la deflación actúa como agente que disminuye el precio del producto o
servicio, debido a la alta demanda que hay del mismo en el mercado,
generando pérdidas y más trabajo para que la propuesta pueda sobresalir ante
las demás de la competencia.
Sabemos cómo
hacerlo y estamos conscientes de que estos problemas han existido en muchos
países latinoamericanos y también la viabilidad de resolverlos, nos referimos a
los casos de Argentina, Chile, México, Colombia. Ellos los han enfrentado con
valentía y decisión.
¿Por qué no
podemos nosotros?
¿Cómo hacer y
por dónde empezar?
El problema
estructural está en nuestra manera de pensar y actuar. Es imperativo e
imprescindible comenzar por transformar nuestra actitud ante la vida y conducirnos
positivamente, con sentido emprendedor, solidario, ofrecer nuestros mayores
esfuerzos en beneficio de las estructuras sociales básicas, ser menos
espectadores y más participativos en la reconstrucción del País, partiendo de
la familia, los vecinos, parroquia, municipio, estado, nación.
En
líneas generales el sistema de escalas móviles de salarios consiste en un
mecanismo incorporado formalmente en los convenios laborales mediante el cual
se procura que las tasas de salarios nominales (es decir, de los ingresos en
dinero, que los trabajadores cobran diario, semanal o quincenalmente) queden sujetos a los indices determinados, según
una escala movil, de manera que puedan variarse de tiempo en tiempo de acuerdo
a los cambios del indice. Existen distintos tipos de escala movil, de ellos los
mas importantes son: a) Los que se sujetan a un numero de indice de costo de
vida; b) El precio del producto o servicio de la industria o actividad
considerada; c) A un indicador de uilidades de la empresa o industria, y d) A
un indicador de “productividad”.
De los mencionados, la escala movil que se basa en el costo de la vida es
la mas corriente y consiste en ajustar el salario automaticamente en un
determinado monto de dinero por cada punto porcentual que cambie el indice del
costo de la vida según el Banco Central (o de cualquier otra institucion que
aepten las partes). Por ejemplo, cada vez que el indice sea aumentado en 1%,
los trabajadores recibiran, digamos 3 o 5 Bs diarios de aumento en sus
salarios.
Este tipo de cláusula se aplica con preferencia alli donde las
negociaciones colectiva favorecen la adopción de convenios que abarcan varios
años de duracion. En estas condiciones, para que los contratos de largo plazo
resulten aceptables para los trabajadores es necesario que incluyan algunas
clásulas sobre el ajuste del salario en el periodo de vigencia. De esa manera
se trata de garantizar el salario real.
Esta es la realidad actual en Venezuela. La canasta alimentaria en
Venezuela desde hace
varios años ha sufrido variaciones, afectando el bolsillo de los venezolanos.
La inflación en el 2016 ha sido un factor preponderante en la subida del precio
de los alimentos, vestidos y medicinas; contribuyendo de manera considerable al
alza de los precios de los productos básicos. La devaluación de la moneda
frente al dólar y poca adquisición de divisas para importar materia prima,
afectando al sector productivo del país, es un factor más que sin duda
contribuye al alto costo de la vida.
DÓLAR PARALELO ACTUALIZACIÓN ABRIL 2017
A modo de sorpresa el precio de
cotización del dólar estadounidense, en el mercado paralelo, ha superado la
barrera de los 3.000 bolívares batiendo récord. Como es costumbre, te traemos
el precio actual de esta importante moneda y un histórico aumento.
La
Canasta Básica Familiar (CBS) de enero 2017 tuvo un precio de 832.259,95
bolívares. En comparación con diciembre de 2016, en el que el valor de la
canasta fue de 743.596,88, este incremento es de 11,9%, según explicó el
Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de
Maestros (Cendas-FVM). Con un salario de 40.698 Bs. Mensual convertido en 13 $. Mensual.
Sencillamente
cumplir con empeño y honradez las responsabilidades cotidianas, en el trabajo y
el hogar en la búsqueda de nuestro desarrollo, bienestar familiar y el de
nuestro entorno para finalmente convertirnos en PROTAGONISTAS
DE NUESTRO PROPIO DESTINO.
Ildemaro G
Cardozo G.
sábado, 8 de abril de 2017
sábado, 1 de abril de 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)